Berklee LatinoEn enero pasado tuve la oportunidad de participar en Berklee Latino, el primer programa en español de Berklee para toda Latinoamérica. Ahí, tuve la oportunidad de conocer a personas y profesores de distintos países y sobretodo de compartir ideas y visiones musicales. Gracias al programa, pude asistir al Five Week Program en Boston, al inicio no sabía que esperar, sólo me sentía realmente emocionada por lo desconocido, un país y una ciudad en la que nunca había estado y en la cual iba a conocer a músicos de todo el mundo.

El Five Week representó un antes y un después en relación a como percibo la música, no sólo fue una experiencia musical sino que estuvo rodeada de situaciones y experiencias que hicieron de esto algo completamente integral, algo que me hizo dar cuenta de lo que encierra ser un músico profesional en el mundo actual.

Tuve la oportunidad de compartir clases con alumnos de todo el mundo, más de 75 países, gente con un gran amor hacia la música y sobretodo una dedicación y disciplina absoluta. Me llamaba mucho la atención ver a gente muy joven con una seriedad impresionante en cuanto a su futuro, jóvenes que pesar de tener 16, 17 años sabían perfectamente lo que querían lograr, y no sólo eso, sino con metas objetivas a corto y largo plazo. O también a compañeros un poco más mayores, de 35 años o más, que a pesar de ya ser músicos profesionales venían a explotar aún más sus conocimientos y experiencias.

Berklee LatinoConocí a alumnos dentro y fuera de Berklee que se volvieron mis amigos y mi familia. Muchos de ellos también habían recibido becas completas en sus países de origen. Por lo que el nivel de muchos era realmente alto. Al final, creo que compararse con tus compañeros es un arma de dos filos, porque sí uno es dedicado puedes conseguir subir tu nivel muy rápido, lo interesante es qué es lo que puedes decir y transmitir con el nivel y el lenguaje que tengas, comunicar algo que sólo tu puedas comunicar debido a las experiencias personales y el background que cada quien trae. Tienes que ponerte metas a diario que estén al límite de lo que significa para ti un gran reto y tener cuidado con la línea de lo que comienza a ser una frustración musical, porque de lo contrario es posible que no veas un progreso y dejes tus metas a medias, es crucial ser paciente ante todo, porque al final es un proceso que no sucede de un día a otro.

No sólo aprendes dentro del salón de clases, aprendes al estudiar con tus compañeros en los dormitorios y en los salones de ensayo, a preguntarles como es que ellos estudian, como es que entienden la música, cual es su visión del mundo, como han llegado a dónde están. Existe todo el tiempo una apertura increíble de parte de todos los alumnos por compartir y aprender las diferentes visiones que cada uno trae dependiendo de sus experiencias previas. Al final termina siendo un ejercicio de auto conocimiento constante, en el que todo el tiempo te estas cuestionando todo, una experiencia en la que desde el momento en que te levantas hasta el momento en que te duermes estas replanteandote el por que estas haciendo lo que haces, por lo que aprendes a tener un propósito en cada acción.

Considero que cada persona aprende cosas diferentes durante el programa, y que tienes que saber realmente a que vienes para poder conectar con la gente que puede ayudarte a desarrollar lo que traes en la cabeza y al mismo tiempo ser recíproco y ayudar a tus compañeros en los mismo. Pero sobre todo, buscar por ti mismo las opciones y oportunidades que te brinda estar en una escuela con una diversidad cultural y musical enorme.

Berklee LatinoLa otra cuestión es que es muy diferente lo que pasa dentro de Berklee y fuera de Berklee en cuanto a escena musical. Al mismo tiempo del programa, tuve la oportunidad de integrarme a un proyecto llamado Makanda Project, que es una big band con arreglos originales de música de Makanda Ken McIntyre, un saxofonista de los 60s, y que cuenta con algunos profesores de Berklee como Yoron Israel, Diane Richardson y John Lockwood y con músicos jazzistas de la escena de Boston y Nueva York, como Charlie Kohlhase, John Kordalewski, Arnie Cheatham, Bill Lowe, Sean Berry, Kurtis Rivers, Seth Meitch, Jerry Sabatini, Wes Brown y el gran trombonista Al Patterson como invitado especial. Al poder compartir cada ensayo en el New England Conservatory y tener conciertos con ellos, pude darme cuenta del siguiente nivel al que te expone Berklee, un sin fin de músicos jóvenes y mayores que te invitan a tocar y a formar parte de algo que se está regenerando a cada instante. Encuentras a tantos músicos dentro y fuera de la escuela, que es imposible quedarte solo sin aplicar lo que estudias por tu cuenta, ya que todo el tiempo encuentras a personas queriéndote jalar al mundo real, a la escena musical fuera de los salones de clase, lo cual te empuja a dar lo mejor de ti, a estar al borde de tus límites musicales todo el tiempo y a tener que estar listo para todo.

Berklee LatinoTodo lo que he vivido en los últimos casi dos meses me ha ayudado a clarificar mi visión acerca de mis metas en cuanto a la música. Sin duda quiero regresar mucho más preparada y seguir compartiendo y explorando todo esto por el resto de mi vida. Simplemente ha sido lo mejor de lo mejor.

Berklee Global

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